Gestalt y Bauhaus: ideas que revolucionaron el diseño y la comunicación.

Tras la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial, la década 1920-1930, en la recién creada República de Weimar, estuvo signada por la irrupción de nuevas perspectivas en el diseño.
Tanto, que la psicología de la Gestalt y las enseñanzas de la escuela Bauhaus siguen vigentes a día de hoy en el mundo rápido y cambiante de la comunicación digital.

La Gestalt inició su andadura para ofrecer respuestas a los estudios de los psicólogos Max Wertheimer (1880—1943), Kurt Koffka (1886—1941) y Wolfgang Kohler (1887—1967).
Gestalt es una palabra sin traducción aunque habitualmente se entiende como “todo”, “figura” o “estructura”.
Para sus fundadores, el todo es mayor que la suma de las partes. Algo que se aplica en publicidad cuando hablamos de sinergia referida, pongamos por caso, a una campaña o acción concretas.

Lo que hoy conocemos como «movimiento aparente», por ejemplo, las imágenes del cine, fue formulado por Wertheimer, como fenómeno Phi.
Su obsesión por desentrañar la percepción humana y de qué manera ésta afecta a la toma de decisiones, le hizo profundizar en aspectos que hoy, simplemente aplicamos, a sabiendas de que tendrán un impacto positivo en nuestros proyectos.

La teoría de la Gestalt propone que los seres humanos percibimos la realidad como un todo y no como sucesos aislados. Por eso cuando recibimos un estímulo, procesamos simultáneamente su forma; color; tamaño; proporción; disposición; tacto; olor; sonido… y lo confrontamos con datos previos de nuestra memoria para tratar de hallar la explicación más satisfactoria y concluyente del fenómeno, …todo ello en décimas de segundo.

En arte y diseño, dicha facultad humana es aprovechada a diario. Precisamente, es la capacidad de “evocar” la que puede dar un giro insospechado a una determinada obra sin necesidad de ser explícito, algo que genera mayor interés y capacidad de recordación.
En comunicación, y también basado en la misma cualidad, se considera más eficaz aquel mensaje en el que el receptor debe hacer un pequeño esfuerzo para asimilarlo frente a aquel otro más evidente.
Como es lógico, generar un mensaje de esta naturaleza; un diseño; o una obra de arte; se enmarcan dentro de un plano y contexto artísticos. Simple y llanamente, no están al alcance de cualquiera.

 

Diseño y teoría de la Gestalt

Ciertos principios básicos o leyes de la psicología de la Gestalt, son aplicados cada día al diseño –consciente o inconscientemente–, en todas sus especialidades. Dado que el pensamiento Gestalt abarca no sólo la percepción, la voluntad o la intuición sino, también, la imagen y su simbolismo, sus repercusiones y alcance son numerosos. De ellos, destacaría:

Principio de simetría
La repetición de un elemento ordenado simétricamente, favorece el reconocimiento. De esta manera, cuantos más elementos simétricos se hallen dispuestos, más fácil será para nuestro cerebro reconocerlos.

Principio de cercanía o proximidad
Si al observar ciertos objetos nuestra mente detecta varios más cercanos, tenderá a agruparlos.

Principio de semejanza
Igual que en el anterior principio, si nuestra mente detecta rasgos parecidos entre ciertos objetos, también los agrupará. Algo expuesto de forma similar en la Teoría General de Sistemas de L. Von Bertalanffy.

Principio de cierre
Al observar ciertas figuras, digamos incompletas pero reconocibles por nuestro cerebro, por ejemplo, un óvalo al que le falta una porción; nuestro cerebro lo identificará como un óvalo incompleto en virtud de sus referentes previos. Este rasgo, como ya se ha comentado es el que permite a un artista evocar detalles sin necesidad de describir algo al 100%.

Principio de pregnancia
También conocido como ley de la buena forma, establece que si nuestra mente es sometida a un impacto visual compuesto por varios elementos, asimilará antes y mejor aquellos provenientes de las formas más simples.

Todos estos principios se coordinan con el estudio de la forma y el equilibrio. En el libro «Arte y percepción visual» de Rudolf Arnheim (1904-2007) psicólogo y filósofo alemán estudioso de la psicología de la Gestalt y la hermenéutica, encontramos: «ver significa aprehender algunos rasgos salientes de los objetos, rasgos que determinan no sólo la identidad de un objeto percibido sino que permiten apreciarlo como un esquema completo e integrado».

De esta manera, la forma desempeña un papel esencial en la percepción de un elemento. Los límites del objeto delimitan la forma del mismo y pueden ser reducidos a una representación simplificada que mantenga la significación del mismo. En otras palabras, si sometemos un objeto a una simplificación extrema de su forma, siempre que nuestro cerebro detecte que las características principales han sido mantenidas, seguirá identificando dicho objeto sin dificultad.

Arnheim señala también que «ver algo significa asignarle un lugar dentro del todo: una ubicación en el espacio, una puntuación en la escala de tamaño, de luminosidad o de distancia».
Nuestro cerebro busca y pondera el equilibrio en todo aquello que vemos. Por ello, deducirá los tamaños relativos de objetos que se presenten a la vez o establecerá una serie de “fuerzas” entre los objetos de una composición asignando posiciones de reposo o movimiento en función de su disposición.

Elementos como la dirección, el tamaño o el color influyen decididamente en el equilibrio visual de una obra. Así, lograremos un equilibrio, cuando las fuerzas de un sistema se equilibren entre ellas. Y esto dependerá de 3 factores: su dirección, su intensidad y su punto de aplicación.

 

La Bauhaus y la cultura de Weimar

La democracia parlamentaria de la República de Weimar estuvo vigente en Alemania de 1918 a 1933, años en los que florecieron y se encontraron la escuela Bauhaus y el pensamiento de la Gestalt.

El conflicto intelectual, científico y artístico de la época enfrentaba a la Zivilisation, los modernos, cosmopolitas, judíos liberales, etc y la Kultur, esfera que agrupaba a conservadores, tradicionales y nacionalistas.
Repetidas declaraciones de crisis tanto científica como social actuaron como llamada a la síntesis.
Ante este escenario, la psicología de la Gestalt aparecía como superadora de diferencias entre corrientes de pensamiento.

Casi simultáneamente, el arquitecto Walter Gropius fundaba en Berlín la escuela Bauhaus al fusionar las escuelas superiores de artes plásticas y de artes aplicadas. Se podría afirmar que la Bauhaus, aunque años más tarde se refundaría en Chicago, duró lo que duró la República de Weimar.

Para Gropius un nuevo mundo era posible si se resolvían las tensiones antagónicas. Una visión inspiradora. Una llamada a la reconstrucción espiritual de Europa. Desgraciadamente, la llegada del régimen nazi determinó el cierre de la Bauhaus, sus enseñanzas y proyectos.

Sin embargo, el ideal de artista-artesano característico de la escuela Bauhaus, caló. Tanto, que ha llegado casi inalterado a nuestros días.
Un diseñador web, por ejemplo, es un exponente perfecto del modelo alemán.
Debe integrar en su trabajo una parte artística. Una parte en la que el diseño, la forma, el color, la escala, o la proporción deben coordinarse con la comunicación para alcanzar y superar los objetivos asignados al proyecto. Pero, al mismo tiempo, debe estar formado en las necesarias habilidades técnicas digitales para plasmar su trabajo correctamente: internet; redes; servidores; url´s; hiperenlaces; animaciones, etc.

Y si Walter Gropius tenía razón, y parece que la tiene porque el artista-artesano está hecho a medida para el mundo digital; me gustaría pensar que, antes o después, se hará realidad su formulación en el Manifiesto Bauhaus de 1919: «la meta final de toda actividad artística es la construcción», todo ello en el contexto de una escuela que basaba la formación del hombre como «una unidad de cuerpo, mente y espíritu».

¿Y después de la pandemia, …qué?

CVDH el thriller que cambiará tu visión de la realidad.

¿Existe una secuencia de acontecimientos planificada para someter a la humanidad a un Nuevo Orden Mundial?
Y si es así, ¿significa que viviremos mejor o seremos, simplemente esclavos de una élite anti-democrática?

El periodista Hernán Egea, te propone unirte a su aventura en la búsqueda de la verdad en un thriller en el que descubrirás que, la realidad en la que vives, ni es como parece, ni como siempre te han contado.

error: CONTENT PROTECTED