“Los valores occidentales serán puestos a prueba. Los valores que sustentan nuestras democracias no deben olvidarse“ – FMI.
Abro esta segunda parte con otra frase lapidaria -que bien parece una declaración de intenciones- sobre lo que representa la Agenda 2030. En esta ocasión, una predicción del Fondo Monetario Internacional de 2016, la cual, de forma soterrada, nos advierte de la ¿persecución? de los valores religiosos. Porque, no debemos olvidar que la mayor parte de las ciudades europeas se erigieron en torno a valores/monasterios cristianos.
Para los más frágiles de memoria, el cristianismo supuso el triunfo de un sistema cohesionador de valores espirituales, frente al descalabro del sistema político de la Roma imperial, triturado por la desmedida corrupción. Hoy, tras siglos de uso y abuso del cristianismo, con incesantes esfuerzos por desacreditarlo en pos de la restauración de un sistema político de ¿corruptelas?, una delirante propaganda desea llevarnos, de nuevo, hacia la esclavitud ideológica, ¿preludio de otra física?
Al mismo tiempo, la frase que abre esta segunda parte, augura la defensa de los valores democráticos. Una vez más, con la historia en la mano, es fácil comprobar que EE.UU., país paradigma de la democracia, fue una creación masónica. Basta con contemplar algún cuadro de George Washington aviado con su mandil característico. Y es que, Agenda 2030 y masonería, parecen ir de la mano en un depurado juego de contradicciones, plasmadas en sus ODS u Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entremos en su arena de juego.
ODS-1) Fin de la pobreza.
Según la Agenda 2030, saldrá de pobre quien acepte la “ideología” de género, es decir, -que la biología no determina el sexo- y quien acepte la “teoría” del cambio climático, es decir, -que los humanos somos responsables del calentamiento global cada vez que respiramos-. Nada es gratis. Si no aceptas su ideología, no comes. China. URSS. ¿Te suena?
Y es que la ideología de género es eso: una ideología. Un constructo de ideas que por su propia naturaleza es rebatible con otro sistema de ideas. Sin embargo, la propaganda vende la ideología de género como verdad absoluta, algo rotundamente falso, aunque lo endominguen de dictatorial posverdad.
Es verdaderamente preocupante, cómo el pensamiento único ruge para ser impuesto a todos a modo de cepo ideológico y desde todas las democracias, que parecieran dispuestas a mutar en dictadura. Quizás la idea que subyace en su génesis desde un principio viendo el cariz de los acontecimientos actuales y el perfil de sus padres fundadores.
Un respiro sobre la cuestión lo ofreció el pasado miércoles 30 de junio la Corte Suprema de EE.UU. al limitar la autoridad de la EPA Environmental Protection Agency, derogando su capacidad de regulación de emisiones de CO2. Una decisión que compromete a la Agenda 2030 de forma directa.
Los dos países más contaminantes del mundo son China y EE.UU. No en vano se negaron a firmar el protocolo de Kyoto. Y no, los seres humanos no somos los grandes contaminantes del planeta. Es la industria. Pero tampoco la industria automovilística o la fabril. La mayor responsable es la industria armamentística. Sin embargo, todos callan. Han encontrado chivos expiatorios como tú y como yo, para poder seguir “haciendo negocios”.
Una nota de recuerdo para los encarnizados defensores de la teoría (o conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación, según la RAE) del cambio climático, cuya vida se centra en rebatir a cualquier científico que argumente su no validez: la Universidad de East Anglia se enfrentó a un escándalo mayúsculo en 2009, cuando un hacker aireó los datos falseados de su CRU Unidad de Investigación Climática.
Hasta esa fecha, la Universidad de East Anglia era el centro de referencia mundial en la teoría del calentamiento global -ahora llamada del cambio climático-. Se dedicaba a recoger y procesar las informaciones climáticas llegadas desde observatorios de todo el mundo. Los datos que salieron a luz del CRU, generaron un descrédito sin precedentes de la Universidad de East Anglia y de su director Phil Jones, -al cual no le quedó otra salida que dimitir- ante la comunidad científica internacional. Este escándalo que tiró por los suelos la teoría que ahora, algunos han decidido resucitar, hizo que se acuñase el nombre ClimateGate, -en referencia al WaterGate que descabalgó a Nixon como presidente de los EE.UU.- al comprobarse que Phil Jones mintió.
Tras interesados estudios y juicios poco o nada ortodoxos, y al amparo del supuesto olvido colectivo, se intenta rehabilitar de nuevo al CRU y a Phil Jones al tiempo que se vuelve a insistir en una teoría para tratar de colarnos un impuesto por respirar. ¿No te has parado a pensar que cada vez que exhalas aire lo que emites es CO2?
Para ayudarte a despejar los prejuicios que han fabricado en tu mente los medios, te recomiendo leer el artículo del periodista español, Pascual Serrano, “¿Por qué es mentira que usted está destruyendo el planeta?”.
https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2022/07/por-que-es-mentira-que-usted-esta-destruyendo-el-planeta/
Estamos ante un movimiento en el que hay mucho dinero en juego; la verdad ya no tiene valor y se ha comprobado que, una adecuada coordinación de medios repitiendo la misma cantinela sin descanso, puede inducir a percibir una mentira como algo cierto. Un legado del Dr. Goeebels cuando estaba al frente de la propaganda nazi.
También viene al caso recordar al agorero Al Gore, al que ningún gobierno le ha exigido retractarse de sus mentiras. En 2006 “vislumbraba” para 2012, un mundo sumergido bajo las aguas merced a su pronosticado “derretimiento de los polos”, lo que ni sucedió entonces, ni diez años más tarde ha tomado visos de “predicción científica”. En su lugar, vive del alto caché de sus conferencias que le permiten mantener una alta huella de carbono, muy por encima del promedio que él mismo recomendaba. Porque, como señalaba en 2020 el artículo “The global scale, distribution and growth of aviation: Implications for climate change” de Stefan Gössling y Andreas Humped para la revista Global Environmental Change, sólo el 1% de la población mundial fue responsable de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero causados por la aviación durante 2018.
En otras palabras, los súper ricos son súper contaminantes y, aunque no quieran compartir contigo su fortuna, en cambio sí quieren que compartas con ellos su responsabilidad en el deterioro del planeta del cual son los principales responsables, aunque prefieran que su delito lo pagues tú.
ODS-2) Hambre cero.
Se habla de “sostenibilidad en los sistemas de producción de alimentos y de aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción”.
Sorprendentemente, no se contempla erradicar la malévola práctica de la patente de semillas, causa directa de hambre y escasez, ni se delimita la seguridad alimentaria en virtud del control de transgénicos y/o pesticidas.
¿No sería oportuno obligar -por ley- al reducido grupo de multinacionales que se hicieron de forma ilícita con algo que era de todos, la naturaleza, y la modificaron para convertirla en el negocio de una minoría, a devolver lo que no es suyo?
Esta lacra empobrece cada año a millones de personas sin que ningún gobierno se inmute ni medio informativo emprenda una campaña de sensibilización. Hablamos de una práctica que genera hambre y escasez. Por eso inquieta que, justo ahora, la vayan a combatir los mismos que la crearon.
ODS-3) Salud y bienestar.
Este Objetivo de Desarrollo Sostenible aborda el derecho a la “salud sexual y reproductiva”. Eufemismo de sobra conocido para identificar el aborto, pero que también trata de impulsar la homosexualización como medida de control natal. De nuevo, desde la arena política, se pasa de reivindicar un humilde derecho a transformarlo en un exigente deber.
Asimismo, la prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles se centra en el “bienestar» que trae consigo la eutanasia. Ciertamente, la reciente derogación del aborto como “derecho a matar” en EE.UU. es otro revés para éste ODS.
Para reducir la siniestralidad de tráfico, otro objetivo de la agenda es prohibir la circulación de vehículos con emisiones de CO2. Algo tan elástico como la prohibición de los combustibles fósiles que, si llegan las vacas flacas con los cortes de suministro de gas ruso, se vuelven a impulsar alegremente. Dentro de la lógica política del, “hoy te exijo una cosa y mañana la contraria”.
En nuestro país, nuestro presidente ha sido capaz de alumbrar ideas tan insólitas como proscribir el uso de la corbata para combatir el calentamiento cerebral.
Algo más seria y también vinculada a este punto, si bien no de forma oficial, la agenda transhumanista. Es la que nos promete la vida eterna, si a cambio aceptamos ceder una parte de nuestro SER humano para que nos conviertan en robots. Confieso que tiene toda la pinta de actualización 3.0.1 del engaño a Adán y Eva: y seréis como dioses.
Sobre este particular, resultan bastante esclarecedores los hallazgos sobre el tema de la Dra. Carrie Madej. Pongo el enlace a uno de sus vídeos subtitulado al español. Si no conoces nada de transhumanismo puede que te resulte increíble. Si ahondas en el tema, muchas piezas del puzzle actual, encajarán como un guante.
https://archive.org/details/dra.-carrie-madej-transhumanismo
ODS-4) Educación de calidad.
“De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”.
La gran paradoja de la educación actual es que cada vez se dedican más años al estudio, lo que redunda en más títulos, pero, con menos conocimientos.
Al mismo tiempo, se proclama la inmigración masiva como -algo inevitable que beneficiará al país de acogida-. Sin embargo, la realidad es bien distinta. La inmigración forzada obedece a otro plan. El Plan Kalergi. Proyecto del delirante Soros para convertir Europa en un continente de africanos, mucho más doblegables que los europeos.
Paralelamente, cada vez desaparecen o se reducen más asignaturas de los planes de estudio que nos enseñaban a ser persona, como: caligrafía, ortografía, sintaxis, latín, griego, filosofía, religión, incluso matemáticas, mientras se incorporan enseñanzas como educación para la ciudadanía, inclusividad, sexualidad, etc. cuya finalidad es convertirnos en ciudadanos. Obedientes y sin criterio, por supuesto. Se olvida que es imposible ser buen ciudadano sin ser antes buena persona.
En EE.UU. se comienza a negar el derecho a los padres a saber qué es lo que aprenden sus hijos en la escuela. De momento, la única salida que tienen algunos es educarlos en casa.
ODS-5) Igualdad de género.
“Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina”.
Aparte del hueco lenguaje propagandístico -con su sempiterno “empoderar”-, es difícil imaginar cómo se va a lograr este objetivo, si se favorece la inmigración de culturas que practican matrimonios forzosos o mutilaciones genitales.
ODS-6) Agua limpia y saneamiento.
“Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”.
Cuesta muchísimo entender que “el derecho al agua” en pleno sXXI, no sea una realidad universal. ¿Será una inevitable consecuencia de que “el servicio/negocio del agua”, tanto en Europa, como en EE.UU. e Hispanoamérica, esté en manos privadas?
ODS-7) Energía asequible y no contaminante.
En este punto es muy interesante y esperanzador observar cómo en los últimos meses han aparecido fuentes alternativas que aseguran la independencia energética como no se había publicitado hasta ahora.
¿Es posible que resida ahí la subida disparatada de los combustibles en los últimos meses? ¿Algo así como una compensación, “canto del cisne”, por extinción de servicios, como ocurrió con las bombillas led inventadas a finales de los noventa pero protegidas por moratorias y aranceles europeos de importación hasta bien entrados los 2000 para no perjudicar al cártel Phoebus, explotadores del negocio de las bombillas de incandescencia?
En la tercera parte, abordaré los ODS restantes junto a mis comentarios finales.